Puede llamar la atención que un blog de matemáticas haga referencia a un libro como La Biblia. Lejos de entrar a hablar de religión, con todo el respeto que se merece, en este post vamos a hablar de un párrafo que aparece en el que sin duda ha sido unos de los libros más influyentes de la historia, y que además tiene el honor de ser el libro más vendido de todos los tiempos.
Pero claro, si citamos unas líneas de la Biblia es porque en ellas debe de aparecer algún concepto relacionado con las matemáticas. ¿Y quién es el elegido? Pues el que aparece en casi todas partes.
Y es que nuestro queridísimo número Pi está citado en el capítulo 7 del Libro de Reyes, concretamente en el versículo 23. Bueno, no es exactamente Pi, pero se le parece mucho.
La mención exacta es:
Hizo fundir asimismo un mar de diez codos de un lado al otro, perfectamente redondo; su altura era de cinco codos, y lo ceñía alrededor un cordón de treinta codos.
Reyes 7:23
¿Pero dónde está Pi? ¿Dónde pone 3,14159265…? No nos agobiemos, que la respuesta es sencilla.
Recordemos que Pi es la relación existente entre el perímetro y el diámetro de una circunferencia, y tampoco está de más recordar que el diámetro es el doble del radio. Por lo que
y su resultado es siempre el mismo, es decir, 3,141592….
En este versículo vienen claramente descritas las medidas de una circunferencia “perfectamente redonda”, cuyo diámetro son 10 codos y el perímetro (cordón que lo envuelve) son 30 codos.
Hagamos las cuentas de esta relación que vamos a llamar R:
La verdad que la aproximación se queda un poco flojita, de hecho recuerda un poco a una de la escenas más famosas de la serie Los Simpson, pero tenemos que entender que las medidas vienen dadas en codos, que históricamente nunca ha sido una unidad de medida demasiado precisa.
Lo que sí que podemos afirmar es que como el resultado debía de ser Pi, ni el perímetro eran exactamente 30 codos ni el diámetro exactamente 10 codos, pero por aquel entonces no había buenas herramientas para calcular sus decimales.
Este es otro ejemplo de que el número Pi es omnipresente y que a poco que busquemos aparece en cualquier sitio.
@JcVirin
Es una pésima aproximación para haber sido dictada por un dios.
Gracias por el artículo